La garra de un Tigre suele mostrarse en los momentos en los que se siente más vulnerable. El felino del norte estaba en la lona, pareció que no se levantería de un 2-0, pero el carácter norteño le salió para dar una voltereta incomparable en tiempo extra y dejar al Rebaño, una vez más, cerca del título, 2-3 final.
Guadalajara confió en su escuadra desde el primer minuto. Roberto Alvarado y Víctor Guzmán acariciaron el título en un primer lapso completamente dominado por los tapatíos.
Fue cuando todos daban por muerto a la UANL, que el volcán que llevan dentro explotó. El Rebaño no tuvo respuesta a los toques precisos de Córdova, el liderazgo de Nahuel y la garra de Gignac.
El francés volvió a ser la clave con su anotación, después Sebas lo igualó y ya con el reloj en la agonía, Pizarro firmó algo inigualable. ¡Tigres es campeón, otra vez!
El marco fue espectacular en el Akron. La gente de la Perla mostró que son de otro nivel. El estadio se pintó de rojiblanco en una fiesta a la que el invitado no tardó en llegar.
El momento de dar el último zarpazo llegó en el complemento. La pelota parada, dolor de cabeza rojiblanco durante todo el torneo, volvió a pegarles. Guzmán sacó en la línea, pero Pizarro, con fiereza, la puso en la red. ¡Gol de Tigres!
Guadalajara no supo levantarse. La roja de Córdova fue anecdótica, pues el Tiba Sepúlveda, en menos de dos minutos, recibió el cartón escarlata.
Fue todo en el redil más grande de México. ¡Qué título Tigres! ¡Fue incomparable!
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