La agricultura regenerativa permite alargar la vida de los suelos que nos dan la comida necesaria para existir. Entender los retos que enfrenta la tierra y su importancia es vital para construir un futuro con una alimentación natural y saludable
Los suelos nos dan de comer. Esto es una realidad que pocas veces se concientiza debido a la industrialización y a la inmediatez con la que acostumbramos a adquirir los alimentos. Esta rapidez con la que la población debe alimentarse ha traído problemas al medio ambiente debido a la erosión de la tierra.
La erosión es un proceso natural donde el suelo va perdiendo su capa superficial, que es la que proporciona a las plantas la mayoría de los nutrientes y el agua necesaria para crecer. El uso excesivo de la tierra disminuye su productividad y pone en riesgo el trabajo de los agricultores. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), anualmente se pierden 24.000 millones de toneladas de tierra fértil en el mundo por su degradación, dejando al menos 1.500 millones de personas afectadas.
En ese sentido, Grupo Bimbo, con más de 75 años en la industria de la alimentación, quiere dejar una huella positiva en la tierra, impulsando la agricultura regenerativa como una necesidad. Así, imitando los ciclos y procesos naturales para evitar el desgaste de la tierra, este método de labranza busca procurar la salud de los suelos, capturar el carbono, construir ecosistemas resilientes e impulsar la calidad de vida de los agricultores.
Entre los pilares de la agricultura regenerativa que tiene Grupo Bimbo se encuentran: promover la reducción del movimiento del suelo; regenerar la tierra mediante el incremento de la biodiversidad; gestionar la eficiencia de los recursos usando menos químicos; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; capturar el carbono para tener un menor impacto ambiental y capacitar a los agricultores para transicionar de una agricultura convencional a una regenerativa.
El objetivo de la marca es que para el año 2050 el 100% de los ingredientes clave se obtendrán de tierras cultivadas con prácticas de la agricultura regenerativa. Para esto, impulsan un programa con más de 570 agricultores en 86.000 hectáreas cosechadas con agricultura regenerativa en Estados Unidos y México, que ha resultado en más de 37.200 y 44.500 toneladas de maíz y trigo, respectivamente.
Estos esfuerzos de Grupo Bimbo buscarán replicarse en Centroamérica y Sudamérica con los ingredientes propios de cada región. Ya en años anteriores han logrado alcanzar metas ambientales como eliminar el jarabe de maíz de alta fructosa, así como el aceite y grasas parcialmente hidrogenadas. También han eliminado los colores y sabores artificiales, así como el caramelo clase 3 y 4, y los compuestos químicos diacetilo y azodicarbonamida.
Los suelos son un recurso finito. Su pérdida y degradación son irreversibles, lo que nos pone en aprietos si no se toman las acciones pertinentes para protegerla. Seguir colaborando en la investigación y desarrollo de tecnologías que permitan implementar la agricultura regenerativa es vital para el futuro alimenticio de la región.
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